sábado, 6 de marzo de 2010

Suspensos puntillismos

(Para mi Codirectora del Teatro Negro con Linternas)

No se cuándo pasó, en verdad antes los detestaba y no muy bien entendía su significado, pero hace algún tiempo me empezaron a parecer curiosos y por lo mismo interesantes (esa soberbia curiosidad humana) los puntos suspensivos. Y empecé a darme cuenta que todos (no voy a poner todas también porque el
seudofeminismo lo diga) los usamos siempre, todas y cada una de las veces que hablamos con alguien más al final de la frase quedan en el aire 3 migajas de palabras que algún graficador convirtió en 3 puntos enfilados como vagones de tren, algo que quizá sean una analogía a los eslabones de una cadena. Y fue así, le tocó con puntos, quizá algún matemático ya había usado el dibujo del ocho acostado para significar el "infinito"...

Ahora con esa
consideración, creo entonces que mi vida es así, tres puntitos que se siguen, tres migajas que dan cuenta de nada, solo se percibe el murmullo que se aleja de lo que está antes y un espacio en blanco es la grandiosa idea que está después; en secreto pienso que los puntos suspensivos se mueven, tienen vida, si no es así ¿por qué casi nunca aparecen en lo que leemos y escribimos? Yo digo que es porque o se mueren o se marchan a otro lugar...

Y bueno (se me pego ese comienzo porteño) el murmullo que se aleja ahora aún no lo tengo claro, sigo tratando de convencerme que estuve viviendo en Buenos Aires, sigo tratando de convencerme que la primera vez que caminé por la 9 de Julio y vi el Obelisco, lo "
", bajé la mirada y seguí caminando como si nada porque nada, ya había estado ahí...

Y enfrente hay un espacio en blanco, un espacio en blanco que no tengo que llenar, ¿por qué "tenemos" que?. Me rompen los huevos todos y todas con su unísono "qué vas a hacer"... Y no se, fijo salgo a llenar ese espacio en blanco y otro
hijodeputa llena su espacio en blanco con rojo, todo su espacio blanco pintado con las tripas rojas de uno de nosotros...

(5 minutos de silencio y mirar para el techo)

Y la verdad que extraño ese murmullo que se hace cada vez más lejano y si algo extraño de esos miles de kilómetros de distancia era hablar con vos, porque estando acá parece que dos puertas de madera vieja son suficientes para el silencio...

"Lucha de Gigantes..."


Han pasado muchos meses desde la última vez que me senté frente al abismo blanco de la pantalla con ganas de escribir, digo sentarme a escribir algo creado por mis neuronas, porque se cuentan por millares los minutos tirados frente a estos "electrodomésticos" escribiendo estupideces, viendo montones de mediocridad y escuchando las mismas 7 canciones que uno escucha de sus 12.8 Gigas de música que se jacta de "tener". Pero hoy sentí ganas de sentarme otra vez frente a este abismo blanco y dejar que la tecnología de esta máquina transforme lo que posiblemente sean garabatos, en palabras y frases, no voy a decir que articuladas y con sentido porque posiblemente todo lo que pienso y lo poco que creo sea un "sin sentido" de acuerdo con los estándares establecidos, pero igual parece que son cosas inteligibles, por lo menos para la mayoría.

Y bueno, una cosa es tener ganas de escribir y otra es hacerlo porque parece que
instantáneamente mi cuerpo recuerda las sensaciones de estar frente a un abismo, en este caso blanco: las ganas de echarse para atrás, el temblor en las piernas y la incomodidad, la necesidad de pararse y caminar tres pasos, girar y dar tres pasos, girar y dar tres pasos, girar y dar tres pasos, asomarse a la ventana, toquetear las teclas como si fuera un piano (como si supiese tocar piano) y aprovechar las 5 o 6 palabras que salen con algo de orden y claridad.

Sin embargo y a pesar de las
dificultades de sacar palabras de mi cabeza para poner en este hueco blanco, voy a dejar claro que escribiré como se me de la gana, es decir que muchas veces escribiré mal (que tal la soberbia al creer que puedo distinguir entre un buen escrito y uno malo), voy a llenar este abismo con "material sin editar", trataré que la mayoría de las veces sean textos inteligibles y con sentido (de acuerdo a los estándares establecidos) pero pues tratar y lograrlo no es lo mismo. Igual, voy a escribir como se me de la gana, si los de El Tiempo escriben basura por qué yo no puedo escribir idioteces de vez en cuando.

Quizá de alguna de las
boludeces que escriba alguien saque buenas ideas, no garantizo continuidad en este "blog" (¿si se escribe así?) pero trataré de cuando en cuando poner algo, fijo un par de los que conozco leerá mis palabras.

PD: Este Blog (si, ya me dijeron que se escribe así) está dedicado a dos parceros que en pocos días me enseñaron muchos viajes. Santiago, quien me mostró la Lucha de Gigantes y Marino, quien me mostró que detrás de las cámaras hay más viaje.