sábado, 4 de septiembre de 2010

256 puntos suspensivos de gris medio...

Y a la larga estos tiempos violentos no son más que puntos suspensivos que se suceden, que puestos en línea (la línea que te imagines, recta, estirada, con ondas o sin ellas, hecha con estrictos manuales de construcción de líneas o puesta ahí por el azar, en la arena por el mar) no dan cuenta de nada a los extraños de mi historia, aquellos puntos no se delimitan los unos de los otros, no se sabe si aquel punto es del tríptico de la diestra o la siniestra y todo se configura entonces tan sólo como una continuidad discontinua... Sólo se podrían hacer notar algunos puntos suspensivos, elegidos entre todos bajo algún azar propio del Fausto de Goethe o de las notas del "violín del diablo" del Caprice N° 24 de Paganini, sería posible encerrándolos, a esos tres personajes, en medio de unos paréntesis, pero quizá entonces no harían más parte de la absurda continuidad(...)